Newyork

El papel de una ‘granja de cadáveres’ en el combate al consumo de fentanilo

Las dos mujeres levantaron un cadáver rígido del suelo, lo que dejó a la vista un bicho que se retorcía en la tierra.

“¡Esa es una larva viva!”, dijo Alex Smith, director del laboratorio de la Estación de Investigación Forense de la Universidad de Colorado Mesa, mientras arrancaba la larva del suelo y la metía en un tubo de cristal. Los gusanos no son solo gusanos, explicó Smith: son posibles pruebas.

“De hecho, puedes analizar las carcasas de larvas y pupas en busca de drogas”, dijo con entusiasmo.

Su público era un grupo de forenses mexicanos que el mes pasado viajaron a las instalaciones de Colorado, conocidas como “granja de cadáveres”, donde decenas de cuerpos donados se exponen al sol para ser estudiados mientras se descomponen.

Los especialistas forenses mexicanos estaban ahí para aprender a analizar cuerpos en busca de fentanilo, y así fue como acabaron en un campo de cadáveres, observando cómo un investigador buscaba gusanos en la tierra.

Un grupo de forenses mexicanos observaba cómo Alex Smith, en el centro, director del laboratorio de la Estación de Investigación Forense de la Universidad de Colorado Mesa, buscaba gusanos debajo de un cadáver en descomposición.

Su viaje fue organizado por el Departamento de Estado de EE. UU., y las autoridades esperaban que contribuyera a lograr un objetivo diplomático clave: lograr que el gobierno de México se enfrentara a su propio problema con el fentanilo.

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