Newyork

Una antigua jugadora de pelota debuta en un museo

La mujer, tallada en piedra pálida, lleva un tocado en forma de pico, pendientes circulares y el cinturón ancho y las rodilleras de una antigua atleta mesoamericana. Su expresión es feroz, su pose triunfante. En su mano derecha sujeta por el pelo la cabeza decapitada de una víctima de sacrificio.

La escultura es la primera representación a tamaño natural de un jugador de pelota ritual hallada hasta la fecha en la Huasteca, una región tropical que abarca partes de varios estados a lo largo de la costa del Golfo de México.

Como prácticamente cualquier otra sociedad mesoamericana, los habitantes de la Huasteca jugaban a lo que hoy se conoce simplemente como “el juego de pelota”, en la época anterior a la conquista española. A pesar de su nombre y de sus vínculos con el fútbol moderno, este juego era más un rito sagrado que un deporte.

Para los jugadores, que hacían rebotar en sus caderas una pelota de goma sólida y peligrosamente pesada, era un medio de comunión con los dioses, que a veces culminaba en sacrificios humanos.

La jugadora de pelota será uno de los objetos más importantes de la exposición “Mujeres huastecas mesoamericanas: Diosas, guerreras y gobernadoras”, que se inauguró el viernes 26 de abril en el Museo Nacional de Arte Mexicano en Chicago. Es la primera vez que la pieza, descubierta por unos propietarios de tierras hace unos 50 años cerca de Álamo, Veracruz, se expone al público.

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