Rusia realizó un enorme ataque contra Kiev el jueves por la mañana en el que al menos 12 personas murieron y otras 90 resultaron heridas, lo que llevó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a emitir una inusual crítica pública contra Moscú, apenas unas horas después de arremeter contra el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
El ataque fue el más mortífero en la capital ucraniana, Kiev, desde el verano pasado. Se oyeron explosiones toda la noche; cuando amaneció, se veían nubes de humo en la ciudad.
Un misil alcanzó un edificio de dos plantas con 12 apartamentos donde los trabajadores de emergencias buscaban supervivientes. Un edificio de cinco plantas situado al lado perdió todas sus ventanas. La gente se quedó afuera, revisando los daños y hablando por teléfono, diciendo a sus seres queridos que estaban vivos. No se veía ningún objetivo militar en las inmediaciones.
Zelenski dijo que casi 70 misiles, entre ellos balísticos, y unos 150 drones de ataque habían atacado ciudades de todo el país, aunque Kiev fue la más afectada.
Antes de interrumpir un viaje a Sudáfrica, Zelenski declaró en una conferencia de prensa que no veía indicios de que se estuviera presionando a Rusia para que aceptara un alto al fuego. Dijo que con más presión sobre Moscú, “podremos acercarnos a un alto al fuego completo e incondicional”. Para él, añadió Zelenski, el ataque del jueves en Kiev parecía destinado a presionar a Estados Unidos.
The assault was the deadliest on the Ukrainian capital, Kyiv, since last summer.CreditCredit…Brendan Hoffman for The New York Times
Casi al mismo tiempo, Trump arremetió contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, por el ataque, mostrando cómo las posturas de su gobierno pueden dar la vuelta sin previo aviso.
“Vladimir, ¡PARA!”, publicó Trump en Truth Social, diciendo que no estaba “contento con los ataques rusos contra KIEV”. “No es necesario, y en un mal momento”, añadía la publicación.
El ataque se produjo horas después de que Trump y sus principales ayudantes exigieran a Kiev que aceptara un plan, diseñado por Estados Unidos, que aparentemente concedería a Rusia todo el territorio que ha ganado en la guerra, la cual comenzó con la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022. El plan también ofrecía a Kiev garantías ambiguas sobre la futura seguridad del país. Hasta ahora, Zelenski ha dicho que Ucrania no puede aceptar ese acuerdo.
Desde su toma de posesión en enero, el gobierno de Trump ha repetido los argumentos del Kremlin sobre la guerra, lo que significa un cambio de rumbo respecto a la política estadounidense anterior durante el gobierno de Biden. La semana pasada, el gobierno de Trump amenazó reiteradamente con abandonar el proceso de paz, alegando que ambas partes eran intransigentes. El miércoles, las conversaciones de paz previstas en Londres se redujeron, en gran medida porque Estados Unidos decidió no asistir.
En el lugar de un ataque ruso con misiles en Kiev el jueves.Credit…Brendan Hoffman para The New York Times
Más tarde, Trump calificó al presidente ucraniano de “incendiario” en una publicación en las redes sociales y dijo que Zelenski solo “prolongaría el ‘campo de matanza’”.
“El presidente está frustrado; su paciencia se está agotando”, declaró Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, a los periodistas más tarde el miércoles. Leavitt se sumó a Trump al parecer culpar a Zelenski, diciendo que el líder ucraniano parecía “avanzar en la dirección equivocada”.
El jueves, en su mensaje en Truth Social, Trump dijo que quería “¡LOGRAR el acuerdo de paz!”.
Zelenski señaló anteriormente que Ucrania había aceptado en marzo una propuesta estadounidense de alto al fuego de 30 días, mientras que Putin se ha negado a aceptar dicho plan. Aunque Putin anunció una tregua temporal para el Domingo de Pascua, pareció más un truco de relaciones públicas que un alto al fuego real en el frente. Al menos, las ciudades ucranianas no sufrieron durante las 30 horas de la tregua.
Pero no fue así el jueves temprano. Poco después de medianoche, sonaron las primeras alarmas aéreas.
Yevhenii Plakhotnikov, de 40 años, vive justo enfrente del edificio de apartamentos de dos plantas alcanzado por un misil. Dijo que se despertó al oír la alarma, escuchó el zumbido de los drones y empezó a vestirse. Un mensaje en Telegram —la plataforma de mensajería en la que confían muchos ucranianos para las alertas de misiles— decía que se había lanzado un misil balístico.
Plakhotnikov dijo que fue al pasillo a ponerse los zapatos.
“Mientras me ponía la segunda zapatilla, oí la primera explosión”, recordó en una entrevista. “Luego oí caer algo pesado. Todas mis puertas interiores se rompieron. Abrí la puerta y vi esquirlas volando”.
Dijo que ayudó a sacar a otras personas de su edificio. Allí había un hombre de pie, cubierto de sangre. Otro, un poco más lejos, se limitó a decir: “Ese edificio de apartamentos del patio ha desaparecido”.
Liuba Haldetskaya, de 76 años, sentada frente a su edificio de apartamentos dañado el jueves.
Tetyana Hrynenko, de 58 años, estaba parada en la calle, cubriéndose la boca con las manos y mirando su apartamento en ruinas junto al edificio derribado.
“Lo más importante es que estamos vivos”, dijo Hrynenko, y añadió que había oído dos explosiones, visto nubes de polvo y olido a quemado. Añadió: “La gente gritaba y pedía ayuda. Me asomé al cubo de la escalera y no había escaleras. Y vivo en el quinto piso”.
Los residentes consiguieron despejar de escombros el cubo de la escalera, lo que permitió a Hrynenko y a otras personas salir.
Horas después del atentado, amigos y familiares siguieron apareciendo ante el derruido edificio de apartamentos, esperando buenas noticias. Pero había pocas. Un hermano de 21 años y una hermana de 19 murieron.
El jueves por la tarde, decenas de compañeros y amigos de Danylo Khudya, de 17 años, acudieron a una vigilia: el adolescente, conocido como Danya, seguía desaparecido bajo los escombros, junto con sus padres. Al observar a los socorristas excavar, los chicos permanecieron impasibles, mientras que muchas de las chicas, incluida la novia de Danya, sollozaban desconsoladamente.
“Estoy esperando a Danya”, dijo un amigo, Denys, de 19 años, quien no quiso dar su apellido.
Funcionarios ucranianos han dicho que Rusia solo ha intensificado los ataques contra la población civil desde el inicio de las negociaciones de paz dirigidas por Estados Unidos.
Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente ucraniano, publicó el jueves en las redes sociales un video en el que aparecían trabajadores de emergencias. “Una vez más, Rusia ataca a civiles”, dijo. Otros funcionarios ucranianos instaron a los socios occidentales a reponer las defensas aéreas de Kiev.
En marzo, Trump se había comprometido a trabajar con Zelenski para encontrar sistemas de defensa antiaérea Patriot de fabricación estadounidense. Pero cuando Zelenski dijo este mes que quería comprar Patriots a Estados Unidos, Trump sugirió que Ucrania había “empezado la guerra” y dijo que el presidente ucraniano “siempre busca comprar misiles.“
El ataque del jueves en Kiev fue uno de los más mortíferos de la guerra y el peor en la capital desde julio, cuando misiles rusos destruyeron un hospital infantil y murieron más de 20 personas en toda la ciudad. Recientes ataques mortíferos con misiles también han tenido como objetivo las ciudades de Sumy y Krivói Rog, causando numerosas bajas civiles.
Trabajadores de emergencias buscan víctimas bajo los escombros en Kiev el jueves. Las autoridades ucranianas han dicho que los ataques contra objetivos civiles se han intensificado desde que comenzaron las negociaciones de paz dirigidas por Estados Unidos.
El jueves por la tarde, el número de muertos en Kiev había aumentado a 10, mientras los trabajadores de emergencias recuperaban más cuerpos de entre los escombros.
Los afectados por el ataque dijeron que querían que terminara la guerra, pero que no podían aceptar un acuerdo unilateral que beneficiara a Rusia.
“Ayer estábamos muy decepcionados porque las negociaciones no habían avanzado, y de la noche a la mañana, me impactó profundamente”, dijo Hrynenko mientras examinaba su apartamento dañado. “Estoy decepcionada. Agotada”.
Plakhotnikov dijo que no encontraba ninguna salida para Ucrania.
“No tiene sentido continuar la guerra”, dijo, “pero tampoco es posible detenerla”.
Andrew E. Kramer colaboraron con reportería desde Járkov, Ucrania, y Oleksandra Mykolyshyn desde Kiev.
Kim Barkeres una reportera del Times que escribe reportajes en profundidad sobre la guerra en Ucrania.
Maria Varenikova cubre Ucrania y su guerra con Rusia.